Las primeras rutas de los misioneros que llegaron a Colombia fueron a través de ríos.
En las riberas existían pequeñas iglesias construidas más con voluntad que con materiales perdurables. Los misioneros encontraron pisos de tierra, niños descalzos y adultos que a través de la pesca y la agricultura luchaban por sobrevivir. Este territorio empezó a conocerse entre el ministerio como la región de RÍos, comprendida por poblaciones de la Depresión Momposina y La Mojana.
A finales de los años setenta se fundó un internado para jóvenes que venían de las poblaciones cercanas a Magangué, en el departamento de Bolívar.
Allí los jovenes recibían discipulado y enseñanzas bíblicas. Una vez recibían la educación cristiana, compartían con las iglesias del municipio.
En esta ciudad se estableció nuestra primera sede.
El programa de apoyo a los colegios se llevó a cabo desde allí. También se coordinaban a los educadores cristianos que visitaban los colegios. Desde Medellín se enviaban los bultos de tela para confeccionar los uniformes de los niños en la región de Ríos, las ayudas económicas y en especie. En esta oficina también se traducían las cartas de los padrinos y de los niños.
Al ser una ciudad fronteriza con Venezuela, Cúcuta representó un desafío especial por los miles de migrantes que llegaron.
En Cúcuta se aprendió a implementar un proceso más adecuado en la selección de los niños y se promovió el apoyo económico a las iglesias que estaban iniciando su construcción. La primera iglesia beneficiada estaba ubicada en el barrio María Teresa.
En una primera exploración en La Guajira se visitaron cincuenta iglesias, algunas también ubicadas en Valledupar (Cesar). Después de esto, empezó un proceso de acercamiento a la cultura wayuu, sus costumbres y sus creencias.
Para el ministerio fue una gran oportunidad trabajar con una comunidad indígena. Hoy en día hay doce iglesias que reciben apoyo para el desarrollo integral de los niños, capacitación en protección infantil y soporte en saneamiento, agua e higiene.
La nueva sede de Compassion Colombia está en el barrio de Modelia, en Bogotá, a pocos minutos del aeropuerto.
Se eligió un edificio nuevo de seis pisos que fue totalmente adecuado para la organización. Por primera vez en cincuenta años se usó el logo corporativo en la fachada.
En la zona del pacífico colombiano, en el suroccidente del país, Compassion se alió con seis iglesias en el departamento del Chocó.
En 2023, en Tumaco, en la misma zona geográfica, Compassion International delegó el manejo de 12 iglesias y de más de cuatro mil niños, adolescentes y jóvenes a Compassion Colombia. Al día de hoy, estas dos zonas representan un desafío importante para el ministerio, pues son territorios con elevados índices de pobreza y ausencia de agua potable.
Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras.
Hebreos 10:24